Por el Padre Shenan J. Boquet – Presidente de Vida Humana Internacional.
Publicado el 1 de Agosto de 2022.
En aquellas situaciones en que las uniones homosexuales hayan sido reconocidas legalmente o se les haya otorgado el estatus legal y los derechos propios del matrimonio, es un deber la oposición clara y enfática. Uno debe abstenerse de cualquier tipo de cooperación formal en la promulgación o aplicación de leyes tan gravemente injustas y, en la medida de lo posible, de cooperación material en el nivel de su aplicación. En este ámbito, toda persona puede ejercer el derecho a la objeción de conciencia.
― Congregación para la Doctrina de la Fe, Consideraciones sobre las propuestas para dar reconocimiento legal a las uniones entre personas homosexuales, Nro. 5
El sentido común sugiere que, en una democracia, un cambio legal importante generalmente debe seguir un cambio en la opinión pública. Es decir, cuantas más personas apoyen una nueva idea, más probable será que elijan políticos que apoyen esa idea, y más probable será que esos políticos a su vez propongan y voten a favor de la legislación que promulgue esa idea.
El resultado práctico de este punto de vista es que si desea lograr un cambio político, primero debe concentrarse en cambiar la opinión de las personas.