Por el Padre Shenan J. Boquet – Presidente de Vida Humana Internacional.
Publicado el 5 de Septiembre del 2022.
Imagine por un momento que hubo un asesino en serie que durante décadas asesinó a cientos de víctimas sin ser atrapado. Imagina que mutiló y mutiló a muchos otros. Imagínese, también, que su mente estaba tan retorcida que tomó fotos de sus víctimas, e incluso mantuvo sus cuerpos o partes del cuerpo preservados en su casa y oficina. Ahora imagine que además de asesinar a innumerables víctimas, también fue un traficante de drogas prolífico, usando su licencia médica como fachada para vender recetas de opioides a miles de personas, hiriendo y matando así a muchas más. Y luego imagine que en múltiples ocasiones la policía sospechó de él y lo entrevistó, solo para dejarlo ir repetidamente.
Finalmente, imagine que después de décadas de asesinatos, el alcance de sus crímenes se reveló solo por accidente, cuando su consultorio médico fue allanado después de una investigación de rutina de meses por parte de la Agencia de Control de Drogas: una redada que expuso la realidad infernal que se esconde detrás del muros de lo que presentó al mundo como una práctica médica legítima. Según todos los informes, esta es uno de los eventos más sensacionales de la historia: un suceso de crimen real única en un siglo, incluso peor que el de Jack el Destripador, o cualquier otro de los asesinos en serie más espantosos de la historia.