Escrito por el P. Shenan J. Boquet – presidente de Human Life International.
Actualizado el 11 de agosto de 2025.
"Quisiera recordar a los esposos que el matrimonio no es un ideal, sino la medida del verdadero amor entre un hombre y una mujer: un amor total, fiel y fecundo. Este amor te hace una sola carne y te permite, a imagen de Dios, otorgar el don de la vida".
― Papa León XIV
En un mundo fracturado por el individualismo, la inestabilidad y la confusión cultural, es la familia la que posee el poder de sanar. Al menos, eso es lo que la Iglesia Católica ha enseñado continuamente, particularmente en las últimas décadas a medida que han aumentado los ataques a la familia y tantas familias se han separado, causando un sufrimiento y una confusión incalculables.
El Papa San Juan Pablo II, en su exhortación apostólica Familiaris consortio, escribió: "El futuro de la humanidad pasa por la familia" (n. 86). En otra parte del mismo documento llama a la familia la "primera y vital célula de la sociedad" (n. 42).
Estos no son meros eslóganes. Establecen hechos evidentes (o lo que debería ser evidente por sí mismos). Sin familias fuertes y fieles, no puede haber una sociedad estable, ni una cultura duradera, ni una civilización duradera.
Para los niños, el hogar es el primer salón de clases donde se les enseña no con conferencias sino con el ejemplo. El testimonio diario de los padres da forma a su sentido del bien y del mal, su comprensión de Dios y su visión de lo que significa vivir una buena vida.