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El liderazgo de Trump en la lucha internacional por la vida.

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El liderazgo de Trump en la lucha internacional por la vida

Padre Shenan J. Boquet
Presidente
Human Life International

Los líderes provida en todas partes están de acuerdo en que la gran cantidad de actividades provida emprendidas por la administración de Trump ha superado con creces todas las expectativas. Sin embargo, lo que me parece notable es que esta actividad incluye iniciativas que no obtendrán grandes titulares en los medios, pero que están teniendo un impacto dramáticamente positivo. Este tipo de iniciativas provida no se pueden atribuir a políticas cínicas o campañas electorales, ya que en muchos casos incluso los estadounidenses provida relativamente bien informados ni siquiera las conocerán ni apreciarán su importancia.

Caso en cuestión: Hace varias semanas, la administración organizó una conferencia de estrategia internacional sobre cómo promover la causa provida a nivel mundial [1]. Asistieron representantes de 34 países. Esto incluyó embajadores, ministros y otros funcionarios de gobierno. En la conferencia, el Secretario de Salud y Servicios Humanos de EEUU (HHS, por sus siglas en inglés), Alex Azar, pronunció un exitoso discurso provida. Le recomiendo encarecidamente que lo lea [2].

El secretario Azar no expresó sus palabras en el lenguaje diplomático estéril y ambiguo que infecta la política internacional, sino que presentó una agenda cristalina. “Declaré este hecho en las Naciones Unidas en septiembre pasado, y lo repetiré aquí: no existe un derecho humano internacional al aborto”, dijo. “Por otro lado, existe un derecho humano internacional a la vida”. Y agregó: “El presidente Trump ha sido claro, en la ONU y en el escenario mundial: la atención médica existe para mejorar la salud y preservar la vida humana, objetivo universal que todos compartimos”.

Esta conferencia se produjo meses después de que EEUU encabezara una coalición de países para oponerse a la agenda contra la vida y contra la familia en la cumbre de la ONU que marcó el 25 aniversario de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) en El Cairo. Esa cumbre tuvo lugar en Nairobi en noviembre. Los provida se sintieron consternados porque los procedimientos fueron manipulados para excluir las voces provida. Pero EEUU no iba a aceptar nada de esto. En una declaración con otros diez países, EEUU afirmó que “no hay derecho internacional al aborto” y registró su protesta contra el uso de lenguaje “ambiguo” como “salud y derechos sexuales y reproductivos” en los documentos de la cumbre [3].

El Secretario del HHS denuncia la agenda antivida de la ONU 

Probablemente usted no se enteró lo suficiente de los heroicos esfuerzos provida en esta reciente cumbre de la ONU, o la reciente conferencia provida de la administración de Trump. Hay una razón simple: la mayoría de las personas (incluidos los medios de comunicación) no prestan mucha atención a la política internacional. Hasta cierto punto, esto es comprensible. Es lo suficientemente desafiante mantenerse informado sobre los acontecimientos políticos en nuestro propio país, y mucho menos los matices de lo que está sucediendo en las salas de conferencias de organismos internacionales como las Naciones Unidas. Y, sin embargo, los líderes provida más informados (incluido, vale la pena mencionar, San Juan Pablo II) han sabido que la maniobra burocrática opaca y a menudo tediosa en la ONU y otros organismos políticos internacionales tienen unas enormes (y a menudo enormemente siniestras) consecuencias prácticas.

Muchas élites mundiales contra la vida y contra la familia han seleccionado organismos internacionales como la ONU como su vehículo de elección para impulsar un cambio social radical. Las razones para esto son innumerables. En primer lugar, dado que tan pocos ciudadanos comunes prestan atención a lo que sucede en la ONU, a menudo es posible impulsar una agenda radical con un mínimo retroceso de base. En segundo lugar, es eficiente. Un solo cambio realizado a nivel internacional puede conducir a numerosos cambios aguas abajo, a nivel nacional. Por ejemplo, si los proaborto promoviesen un documento en la ONU que declarase que existe un “derecho global al aborto” (documento que no existe), de repente los políticos anti-vida, proaborto y a favor del control de la población en todas partes tendrían las herramientas que necesitan para presionar a sus países para que liberalicen leyes proaborto: para que se colocasen “en conformidad con los estándares internacionales” (a menudo, debe tenerse en cuenta, con la amenaza implícita de perder la ayuda financiera que se cierne sobre sus cabezas si no lo hacen).

El secretario del HHS, Azar, expuso con lucidez la forma en que los izquierdistas están usando a la ONU para presionar a naciones soberanas para que adopten leyes proaborto. “Si el objetivo de ellos de hacer del aborto un ‘derecho humano internacional’ se convirtiera en una realidad, ello significaría que todos los países con leyes que protegen a los no nacidos violarían las leyes internacionales de derechos humanos, con todas las consecuencias que esto podría acarrear”, lamentó.

“Estoy seguro de que todos ustedes están familiarizados con el ritmo constante en los pasillos de las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para normalizar los términos ‘salud sexual y reproductiva’ y ‘derechos reproductivos’. ¿De qué derechos reproductivos están hablando? En este contexto, cada vez es más claro que algunas agencias y países de la ONU quieren que esto signifique un acceso ilimitado al aborto, y no podemos dejar que esta amenaza quede sin respuesta”. Estas son palabras asombrosamente fuertes y alentadoras.

Preocupaciones sobre el Vaticano

Uno de los muchos signos extraños de estos extraños tiempos es que, si bien EEUU está denunciando y oponiéndose enérgicamente a la agenda de los globalistas antivida, el Vaticano está causando una preocupación extrema a los líderes provida y sus familiares al parecer demasiado acogedor con estos mismos globalistas anti-vida. La preocupación parece estar bien justificada. En un artículo reciente en el periódico católico National Catholic Register, el periodista Ed Pentin señaló las diversas declaraciones y acciones del Vaticano en los últimos años que parecen haber transmitido un entusiasmo incondicional por la ONU y su agenda [4].

El problema reside en lo “incondicional”. En teoría, las Naciones Unidas son una buena idea. Ciertamente, necesitamos una cooperación global entre las naciones, para mantener la paz y proteger los derechos humanos y la dignidad. No hay duda de que hay buenas personas involucradas en la ONU que hacen un buen trabajo, luchan contra el hambre, exponen violaciones a los derechos humanos y fomentan el diálogo entre las naciones. Y, sin embargo, no podemos darnos el lujo de ignorar el hecho de que muchas de las primeras esperanzas para la ONU se han visto frustradas por la forma en que una idea admirable ha sido secuestrada por ideólogos antividas y antifamiliares.

El Papa Benedicto XVI era muy consciente de los beneficios potenciales de la cooperación internacional, así como de la amenaza que plantea la política globalista sin los principios correctos. En su Encíclica Caritas in Veritate, el Papa Benedicto expuso los principios que deben guiar los esfuerzos auténticos de desarrollo. “La caridad en la verdad es... la fuerza principal detrás del verdadero desarrollo de cada persona y de toda la humanidad”, escribió. “Solo con la caridad, iluminada por la razón y por la fe, es posible alcanzar objetivos de desarrollo dotados de valores humanos y humanizantes”. En el párrafo 28 de ese documento, el Santo Padre lamenta específicamente las prácticas de control demográfico, la promoción de la anticoncepción, la imposición del aborto, la práctica de la esterilización y el esfuerzo cínico para “exportar esta mentalidad a otros Estados como si fuera una forma cultural de progreso”. Para el Papa y la Iglesia, esto es inaceptable, porque “la apertura a la vida está en el centro del verdadero desarrollo”. Sin esta apertura, toda la sociedad se marchita.

Sin embargo, como observa Pentin, en los últimos años el Vaticano ha organizado varias conferencias con organismos de la ONU y otras figuras globalistas, y ha publicado varias declaraciones, en las que la mención o el hincapié en la importancia central de las verdades espirituales y el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural han estado notablemente ausentes. Como informa Pentin, en los últimos años “el Vaticano ha ofrecido un apoyo en gran medida acrítico a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS) y ha acogido a sus proponentes, se ha embarcado en una colaboración habitual con defensores del control de la población y organizaciones afiliadas a las Naciones Unidas conocidas por promover el aborto y la ideología de ‘género’ y ha promovido la ‘fraternidad humana’, un concepto respaldado por la ONU que algunos ven como un impulso hacia una nueva religión mundial”.

Entre las muchas preocupaciones ha estado el papel central desempeñado en varias conferencias organizadas por el Vaticano de Jeffrey Sachs, un ferviente defensor del control de la población. Luego estuvo la presencia desalentadora de Paul Ehrlich, autor del libro The Population Bomb (“La bomba de la población”, traducción libre), en una conferencia del Vaticano en 2017. Ehrlich apoya fanáticamente el control de la población e incluso ha expresado su apoyo al aborto forzado [5]. Igualmente preocupante es la creciente cercanía del Vaticano con la Fundación Bill y Melinda Gates, que ha gastado miles de millones de dólares en difundir anticonceptivos en los países en desarrollo. El artículo de Pentin también enumera otras preocupaciones.

Es hora de ir a la ofensiva

Hay espacio para la cooperación con las Naciones Unidas en iniciativas valiosas. Sin embargo, se justifica una precaución extrema, ya que una larga experiencia ha demostrado que los diplomáticos proabortistas de la ONU se esforzarán por secuestrar incluso las iniciativas de la ONU más aparentemente inocuas (¡y de hecho positivas!), para impulsar el aborto, la esterilización, la anticoncepción, la “educación” sexual inmoral y la ideología de “género” en otras naciones. Ninguna cantidad de trabajo positivo para proteger el medio ambiente o luchar contra la esclavitud moderna o la trata de personas pueden justificar hacer la vista gorda ante ataques directos a gran escala y descarados contra la vida humana.

En este momento, necesitamos desesperadamente claridad, valor, liderazgo y un esfuerzo extenuante para promover proactivamente los valores provida y a favor de la familia en la ONU y otros organismos internacionales. El discurso del secretario del HHS, Alex Azar, en la conferencia provida de la administración de Trump el mes pasado proporciona un plan admirable e inspirador sobre cómo hacer retroceder la agenda antivida. Después de todo, no es suficiente simplemente con objetar u oponerse a la agenda proaborto. Necesitamos trabajar para proteger proactivamente a los no nacidos, las mujeres y los niños mediante una agenda positiva.

Esta es precisamente la visión que expuso el discurso de Azar. En los últimos años, dijo, “construimos una coalición provida, a favor de la familia y la soberanía de las naciones que es una fuerza a tener en cuenta. Pero nuestra coalición informal necesita crecer y ser más activa. No podemos quedarnos quietos, porque tenemos mucho trabajo por hacer en 2020 y más allá”.

“Nuestras naciones pueden unirse para apoyar un lenguaje más sensible en las resoluciones de la ONU y la OMS, lo que vuelve a centrarse en las necesidades críticas de salud de las mujeres”, agregó. “Además, podemos luchar para insertar un lenguaje que deje en claro a las agencias de la ONU y a otros países que el contexto nacional y las leyes locales tienen prioridad sobre estos asuntos, brindando protección para nuestros países incluso cuando no prevalecemos en cuestiones de definición”. El Secretario Azar concluyó, asegurando a los presentes que “mi equipo estará listo para trabajar con sus países para asegurar un enfoque en la soberanía nacional y una visión positiva para la salud de las mujeres, en lugar de políticas controvertidas que nunca disfrutarán de consenso”.

Notas:

[1]. https://www.lifesitenews.com/news/trump-admin-hosts-international-strategy-meeting-for-pro-life-cause.

[2]. https://www.hhs.gov/about/leadership/secretary/speeches/2020-speeches/remarks-at-the-blair-house.html.

[3]. https://www.hli.org/2019/12/un-pushing-antilife-agenda-at-nairobi/.

[4]. https://www.ncregister.com/daily-news/are-the-holy-see-and-the-united-nations-too-close-for-comfort.

[5]. https://www.lifesitenews.com/news/experts-blast-vaticans-scandalous-decision-to-host-pro-abort-population-bom.


Fuente original: https://www.hli.org/2020/02/trumps-leadership-in-the-international-fight-for-life/.


VHI agradece a José Antonio Zunino Tosi del Ecuador la traducción de este artículo.

 

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