Por el Padre Shenan J. Boquet – Presidente de Vida Humana Internacional.
En el capítulo uno del primer libro de la Biblia, encontramos una declaración notable, incluso revolucionaria, de hecho una serie de tales declaraciones.
Al final de cada día, después de que Dios ha dado los toques finales a una parte más de su creación, hace una pausa para examinar su obra. Y, la Biblia dice cada vez: "Él vio que era bueno". El agua y la tierra seca son "buenas". Las estrellas y el sol y la luna son "buenos". Las aves del aire y todos los animales y los peces son "buenos".
En el sexto día, Dios crea a los seres humanos. "A imagen de Dios, Él los creó", nos dice el Génesis. Y después de que Dios los ha bendecido, les ordena que "sean fructíferos y se multipliquen". Y luego, con esta joya de la corona de su creación completada, retrocede y toma todo su cosmos. El primer capítulo de Génesis concluye: "Dios vio todo lo que había hecho, y fue muy bueno"