La ideología del transgenerismo es totalitaria (1/3)

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Padre Shenan J. Boquet
Presidente
Human Life International

1 de abril de 2019

Despertemos ante la amenaza

Un mal llamado “tribunal de derechos humanos” en Canadá acaba de emitir una decisión por medio de la cual un activista cristiano debe pagar $55,000 a un político provincial, porque el activista se refirió al político como un “varón biológico” en un folleto político. El político en cuestión, Morgane Oger (cuyo nombre al nacer era Ronan Oger), es un varón biológico. Sin embargo, desde entonces ha hecho una “transición” y está viviendo como una “mujer transgénero”. Según la decisión del tribunal, Bill Whatcott debe compensar a Oger por dañar la “dignidad, los sentimientos y el respeto propio” de Oger.

Jordan Peterson tenía razón. El bien conocido psicólogo y profesor de la Universidad de Toronto ha declarado que la ideología del transgenerismo es “totalitaria”. Peterson se ha involucrado en debates públicos en los cuales ha refutado el uso de esa terminología del transgenerismo [1].

El aterrador precedente que ha establecido este caso puede ser ilustrado por este asombroso hecho: El juez se negó a permitir que el abogado de Whatcott diera testimonio que mostraba que, en realidad, Oger es un varón biológico. Según el juez, “la verdad de las declaraciones de Whatcott en el folleto no constituyen una defensa”. Como tal, añadió el juez, “la evidencia es simplemente irrelevante en cuanto a este asunto legal…”

Lea eso otra vez. Permita que penetre en su interior. La verdad no constituye una defensa. La evidencia no importa. Lo que importa – tal parece ser – es si los sentimientos de alguien son lastimados. De esa manera el imperio de la ley es reemplazado por el imperio de los sentimientos. Pero de lo que Whatcott acaba de enterarse, y sospecho que de lo que muchas otras personas se enterarán también, es que los sentimientos pueden ser capataces mucho más implacables e intransigentes que las leyes.

En 2016, el Profesor de psicología Jordan Peterson, de la Universidad de Toronto, fue objeto de una burla a gran escala por parte de los mal llamados “progresistas” por alertar que la ideología del transgenerismo era “totalitaria”. Peterson, que ha dedicado toda una vida a estudiar los regímenes totalitarios, sobre todo el de la Unión Soviética, fue acusado de ver espantajos debajo de cada piedra y de proyectar paranoia en un movimiento que simplemente estaba tratando de lograr el reconocimiento de los derechos humanos a un grupo marginado.

Y sin embargo, con cada día que pasa, están surgiendo más y más historias que muestran que aún las graves advertencias de Peterson no fueron lo suficientemente graves. En muchos casos, los ideólogos del “género” ya ni siquiera se preocupan de intentar presentar una fachada de razonabilidad humanística. (Debo aclarar enseguida que estos ideólogos no son necesariamente los mismos que los individuos “transgéneros”, muchos de los cuales sufren profundamente y merecen nuestra compasión, a pesar de que no estamos de acuerdo con los métodos – el “cambio” de sexo – que utilizan para lidiar con su dolor.) Los ideólogos del transgenerismo están dispuestos a arrancar, como si estuvieran usando una excavadora, los derechos fundamentales de cualquiera que se les ponga de por medio. Es perturbador saber que entre las personas cuyos derechos son pisoteados de esta manera hay toda una categoría de seres humanos que, hasta recientemente, merecía una protección especial por parte del resto de la sociedad, como lo son las mujeres que han sufrido el horrible trauma de una violación.


Continuará.


Nota:

[1]. https://www.hli.org/2018/03/idea-university-runs-amok-ontario/.