Querida Familia de HLI,
Prediquemos a Jesucristo con toda la energía de nuestras vidas. Y apoyémonos unos a otros - sin importar el costo - de modo que cuando presentemos nuestra cuentas al Señor, vamos a ser contados entre los fieles y valientes, y no entre los cobardes o evasivos, o entre aquellos que se comprometieron solo mientras duraron sus convicciones, o aquellos que permanecieron en silencio cuando debería haber dicho la palabra correcta en el momento adecuado. (Arzobispo Charles J. Chaput, O.F.M. PAC).
Con una verdadera autoridad, el Arzobispo de Filadelfia, nos recuerda que en una época en que se ha perdido la brújula moral y parecen satisfechos yendo hacia la deriva sobre las olas de la indiferencia, complacencia y apatía, las enseñanzas de Nuestro Señor y Su Evangelio nos llaman de nuevo al sólido fundamento de La Verdad auténtica.
La Sagrada Escritura da testimonio de que Jesús habló con una autoridad como nadie más (Lucas 4:32). ¿Qué pasa con la autoridad de Jesús, que tan poderosamente ha atraído a algunos, y asustado a otros?
La autoridad única de Jesús esta fundamentada en Su Unidad con el Padre, y Su convicción de hacer la voluntad del Padre. Sus palabras y acciones estaban unidas en un solo acto de amor. ¿No es esto lo que el Arzobispo Chaput está aludiendo? Muchos hoy en día hablan de las cualidades de un buen liderazgo, pero rara vez hablan de la sonora autoridad tal como la vivió Jesús, Sus Apóstoles y los Santos.