Dr. Joseph Meaney (Bioética)
Otra tragedia sacudió a Francia el 11 de julio de 2019. En un caso muy similar al de Terri Schiavo en EEUU, un hombre, cuyo cerebro había sufrido daños, ha sido deshidratado y dejado de alimentar a petición de su propia esposa.
Vincent Lambert había sufrido un trauma en el cráneo como resultado de un accidente moto-ciclístico en 2008. Sus médicos y su esposa pidieron que le retirasen el tubo que lo alimentaba y los líquidos intravenosos desde 2013. Finalmente lo lograron causándole la muerte en 2019 luego de prolongadas batallas legales.
Los padres de Vincent y otros familiares pidieron que lo transfirieran a su casa o a un hospital de rehabilitación, donde el personal médico no estaba de acuerdo con causarle la muerte. Pero debido a que su esposa se puso del lado de los médicos del hospital Reims Palliative Care y ella era la apoderada de las cuestiones médicas de Vincent, finalmente prevalecieron en retirarle todo el suministro de agua y alimentos que estaba recibiendo. El caso había sido presentado ante diferentes tribunales en Francia y también ante la Corte Europea de Derechos Humanos.
Los grupos provida y la Iglesia se movilizaron para defender a Vincent Lambert. El Arzobispo Vincenzo Paglia, Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, y el Padre Kevin Cardinal Farrel, Prefecto del nuevo Dicasterio para el Laicado, la Familia y la Vida, emitieron una declaración conjunta apoyando el derecho a la vida de Vincent Lambert. También el Arzobispo de Reims, Eric de Moulins-Beaufort suplicó que no mataran a Vincent.
Todos ellos expresaron una importante afirmación de bioética: “La nutrición y la hidratación constituyen una forma de cuidado esencial, siempre proporcionadas al apoyo de la vida: alimentar [e hidratar] a una persona enferma nunca son una forma de terapia irrazonable u obstinada, mientras el organismo de la persona sea capaz de recibir la nutrición y la hidratación, y siempre y cuando ello no cause un intolerable sufrimiento o dañe al paciente” [1].
El Cardenal Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, también envió un mensaje: “En este triste día, rezo por el eterno descanso del alma de Vincent Lambert, quien murió como un mártir, víctima de la temible locura de los hombres de nuestros tiempos. Rezo por su familia y especialmente sus padres, tan valientes, tan dignos. No tengan miedo. Dios lo ve todo”.
El Papa Francisco también envió el siguiente mensaje el 11 de julio (2019): “Que Dios Padre dé la bienvenida a Vincent Lambert en Sus brazos. No establezcamos una ‘civilización’ que descarta a las personas cuyas vidas no consideramos dignas de vivir: toda vida es valiosa, siempre” [2]. El Arzobispo Paglia también envió mensajes de oraciones por la familia y declaró en francés que la muerte de Vincent Lambert era “una derrota para nuestra humanidad” [3].
Tan reciente como el 20 de mayo de 2019 parecía que Vincent iba a ser salvado de la muerte, por lo menos hasta que el caso fuese escuchado por el Comité de las Naciones Unidas para las Personas con Discapacidades. Pero entonces el gobierno francés intervino y ordenó al más alto tribunal francés de apelaciones que se declarara sobre el caso. Este tribunal permitió que la orden de suspender el suministro de agua y alimentos se llevara a cabo, lo cual dio como resultado la muerte de Vincent Lambert nueve días después. Se trata de un terrible precedente, ya que hay miles de pacientes en situaciones similares a la de Vincent en Francia [y en otros países también] que también podrían sufrir la muerte por falta de agua y alimentos.
El Dr. Joseph Meaney fue Director de Expansión Internacional de Human Life International durante muchos años. Recientemente ha sido nombrado Director del National Catholic Bioethics Center en EEUU.
Notas:
[1]https://www.vaticannews.va/en/vatican-city/news/2019-05/vatican-declaration-protection-life-vincent-lambert.html
[2] https://twitter.com/Pontifex/status/1149282697736536066
[3] https://twitter.com/PontAcadLife/status/1149235283990327298
