Padre Shenan J. Boquet
Presidente
Human Life International
11 de marzo de 2019
La presión transgénica es maltrato infantil
Un informe reciente del Reino Unido ha suscitado graves preocupaciones acerca de la rapidez con que una clínica pediátrica – la Tavistock Gender Identity Development Clinic – está aplicando estos “tratamientos” drásticos a menores de edad, “tratamientos” que no han sido ni siquiera probados ni estudiados, y a menudo sin realizar ningún esfuerzo significativo para identificar y tratar los problemas subyacentes que puedan estar contribuyendo a la experiencia de disforia de género que sufre el niño o la niña [4].
El informe fue elaborado por David Bell, un miembro del personal que dirige la Tavistock and Portman NHS Foundation Trust, organización que supervisa la clínica. Según la publicación Sunday Times, el informe halló que muchos niños “asumen una identidad transgénica como la solución de múltiples problemas, como un historial de maltrato infantil en la familia, el luto por la pérdida de su ser querido… y una muy significativa frecuencia del desorden del espectro autista”. El informe proporciona varios ejemplos de casos en los cuales la disforia de género del paciente podía haber sido razonablemente conectada a factores de su entorno socio-familiar, y que podían haber sido abordados con tratamientos psicológicos normales. Por ejemplo, hubo un caso en el cual una niña se sentía tan culpable por la muerte de su hermano que decidió “devolvérselo” a sus padres “cambiando de sexo”.
Sin embargo, el personal de la clínica informó que a menudo ellos no podían ni siquiera intentar abordar las causas potenciales subyacentes, ya que la presión para “afirmar” al menor en su nueva “identidad de género” era enorme. En muchos casos, siguieron informando, los niños habían sido claramente dirigidos en cuanto a qué decir por parte de activistas transgéneros. Como resultado de ello, indica el informe, la clínica está proveyendo una atención que es lamentablemente inadecuada. Al respecto, algunos miembros del personal han expresado graves preocupaciones éticas en relación con el hecho de que a los niños se les presiona para que sean objeto de procedimientos dramáticos e irreversibles, a pesar de que los menores tiene muy poco conocimiento acerca del impacto a largo plazo.
La publicación The Times informó que la clínica “está exponiendo a pacientes jóvenes a ‘un daño a largo plazo’ debido a su ‘incapacidad de resistir la presión’ que ejercen activistas y familias ‘muy politizados’ que exigen rápidas transiciones transgénicas…” En otras palabras, hay médicos y trabajadores de la salud que son débiles ante la presión y están perpetuando este maltrato infantil.
Por otro lado, los miembros del personal tienen muy buenas razones para temer esta presión por parte de estos activistas politizados. El transgenerismo es la nueva vaca sagrada del liberalismo progresista. Hace una década, la mayoría de la gente nunca había escuchado acerca del transgenerismo, y si se habían enterado de él, apenas lo tomaban en serio. Ahora todo el mundo está inmerso en ello, y aún el cuestionar la notoriamente anticientífica y extremista ideología del transgenerismo es arriesgar consecuencias inmediatas y públicas, incluyendo la pérdida del empleo, el ser avergonzado públicamente y – cada vez más – el recibir la visita de la policía o aún el ser arrestado.
Hubo un horrible caso en Canadá, donde un juez decidió que un padre de familia no podía impedir a los médicos suministrar a su hija hormonas para ayudarla a “cambiar” para “convertirse” en niño, en contra de los deseos del papá [5]. En otro caso, un trabajador de la construcción fue arrestado por reírse de una “mujer transgénero”, es decir, de un hombre biológico vestido de mujer [6]. También está el caso de una mujer de 38 años que fue arrestada frente a sus hijos por discutir con un activista transgénero en Twitter [7]. Luego tenemos el caso de la legendaria tenista Martina Navratilova, una feminista que está muy de acuerdo con la agenda LGBT, excepto por una cosa. Recientemente se atrevió a cuestionar el que se permita a hombres biológicos competir con mujeres en los deportes. Enseguida la echaron del Athlete Ally – una de las principales organizaciones de activistas homosexuales – y fue vilipendiada por parte de activistas LGBT y de medios de difusión [8].
Notas:
[5]. https://www.nationalreview.com/corner/canadian-judge-strips-transgender-childs-parents-of-rights/.