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CRISTIANISMO Y POLÍTICA

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Hace poco Angela Merkel fue invitada a hablar a una iglesia luterana donde la gente apenas acude a los oficios, pero que no dudó en llenar hasta el tope el lugar para escuchar a la canciller alemana hablar sobre el cómo un gran número de políticos de centro derecha se declaran cristianos en la Alemania de esta época, y como ésa declaración influye en la coherencia de actuar de forma personal y política a diario de una forma ideal…o muchas veces dejando mucho que desear. Ella afirma que:

“la fe le proporciona una viva conciencia de sus limitaciones ?humildad? y la previene contra fantasías o delirios de omnipotencia. Le ayuda a darse cuenta de que no es perfecta y de que comete errores. La oración en silencio se ha convertido en elemento central de su vida, y poder rezar el Padrenuestro con otros constituye una fuente de alegría. Sentirse cristiana le proporciona una seguridad increíble.” "Dios no quiere marionetas, ni robots, ni hombres que se limitan a hacer lo que se les dice".

 

En realidad tendríamos que entender que la fe ilumina la vida personal y todas las facetas de la misma, así ella declara por ejemplo: "Estoy convencida de que Dios nos ha regalado la vida, desde el comienzo hasta su término natural". Por este motivo defiende una rigurosa protección del embrión y tiene serias reservas ante el debate sobre la ayuda a la muerte y el suicidio asistido que acaba de iniciarse en el Parlamento alemán: "Temo que los límites de lo permitido se vayan desplazando continuamente y que al final todas las barreras acaben cediendo. En asuntos de conciencia tiendo a preferir la solución más estricta". Está en contra de regular con detalle todas las cuestiones que afectan al final de la vida, pues esa pretensión no consigue hacer justicia a la variedad de circunstancias que se presentan en la realidad.

 

En tiempos electorales es triste ver que la realidad del político mexicano cristiano deja mucho que desear…es cierto que nuestros políticos son cada vez mas partidarios del progreso personal y de dejar afuera el pueblo, pero lo es también que nosotros no hemos sido sino participantes del paternalismo político y estamos con dificultad despertando a esto.

 

La religión, la libertad de conciencia, la libertad de expresión, son temas que interfieren más cada vez con la política, como si fuese malo, no solo eso sino que además son políticamente incorrectos.

 

Ser acercan las elecciones y si no despertamos tendremos muchas leyes peores que las aprobadas últimamente, menos participación ciudadana y la destrucción de la familia y la vida.

Es necesario plantear a los políticos y sus partidos la defensa de todos, y no la coacción hacia el crecimiento.

Muchos de nuestros políticos se declaran católicos, pero parece que se quitan el nombre cuando se sientan en sus posiciones ganadas por elección nuestra. Urge recordarles y exigirles la coherencia, porque no votamos por ellos por cara bonita sino porque tienen algo a nuestro favor.

No solo se trata del tema próvida y profamilia, sino el que la fe lleva a abrir el corazón ante las necesidades del prójimo, pero no hay capacidad material para acoger a todos. Los programas necesarios para ayudar a todos son obligados y no fantasmas.

 

El caso de Angela Merkel no constituye una excepción. En casi todos los partidos políticos alemanes encontramos creyentes en puestos destacados. Por ejemplo,  la socialista Andrea Nahles, Ministra federal de Empleo y Asuntos Sociales, o el verde Winfried Kretschmann, Presidente del Gobierno de Baden Württemberg. Ambos son católicos practicantes, que no esconden su fe. En ocasiones han tenido que enfrentarse a opiniones adversas dentro de sus grupos, pero han sabido dar ejemplo de coherencia. Su buen hacer y el consiguiente prestigio, avalado por los votos, les permiten mantener la fidelidad a sus principios. En España varios, no muchos, diputados han dejado sus puestos por permanecer fieles a sus principios.

 

Sin embargo un gran número de los políticos de centroderecha se declara cristiano, pero la coherencia entre la fe y las conductas, personales y políticas, con frecuencia nos deja con un mal sabor de boca.

 

Existe mucha crispación en la convivencia entre religión y política. Vemos profundo y casi insalvable el tremendo deterioro de nuestro sistema político y la urgencia de comprometernos y comprometer a aquellos que tienen el honor de servirnos públicamente, éstas elecciones realmente podrían ser una oportunidad para avanzar en ese cambio…pero también es urgente la continua lucha por ser mas cristianos, más coherentes, mas santos nosotros mismos, evitando ser lastre y promover actos de corrupción en cualquier nivel y de cualquier índole.

 

Está claro que la raíz de la crisis no es meramente política, sino ética. Que de hecho van siempre de la mano. No hay política sin ética, no se le puede llamar así. No basta con modificar la ley electoral, la de partidos o incluso la misma Constitución. El problema es mucho más profundo por ser de carácter moral. Por ello nuestras creencias están tan comprometidas, sino podemos santificarnos pero sobre todo si no se nos permite, estaremos en grave peligro, cada segundo más.

 

Necesitamos políticos con principios, dispuestos a ser coherentes. A estas alturas ya deberíamos haber escarmentado: jóvenes desaparecidos, escuelas de terror, sistema educativo deplorable, ausencia familiar, políticas familiares que destruyen a la familia, amenaza a la vida naciente, sistemas de salud corruptos e ineficientes, círculos de pobreza repetitivos, políticos ricos…

 

Creo que debemos actuar mostrando que estamos hartos de buenas palabras, y que sabemos que en el sistema político siempre se asoma el peligro de la hipocresía pero que ya no estamos dispuestos a ceder más.

 

Urge despertar y exigir ahora, continuar exigiendo y terminar exigiendo, empezando por exigirnos a nosotros mismos.

 

 

Cecilia E,. Rdguez.  Galván
Asesora REDESSVIDA- Red de Sacerdotes y Seminaristas por la Vida
Programa de Vida Humana Internacional