Apreciados amigos en Cristo:
El mensaje de la Pascua – ¡Él ha resucitado! – llena a cada generación con un sentido de asombro y alegría. Es Dios quien da la vida y la devuelve de nuevo. Es Dios quien declara que toda vida es preciosa y buena. Es Dios quien revela la verdadera nobleza del hombre y la mujer. Es Dios quien nos dice, de modo enternecedor, en Jesús, el Señor Resucitado, de su deseo que todos “tengan vida y la tengan en abundancia”. (Juan 10:10).
Yo les estoy tan agradecido por su fidelidad a su llamado y por su valerosa dedicación a la misión de la Human Life International. ¡Ustedes están cambiando las situaciones y salvando vidas! Su amor por la vida y la familia es un testimonio vivo del poder transformador de la proclamación de la Pascua – ¡Él ha resucitado!
Enfrentándonos a situaciones apabullantes, nos parece imposible poder cambiar el rumbo por el que camina nuestra sociedad, el pasar de ser una cultura de la muerte y pasar a ser un cultura de la vida. Esto es exactamente lo que el maligno quiere que pensemos, para que perdamos la esperanza y la fe en las promesas de Jesús, el Resucitado. Pero ello es contrario al mensaje de la Pascua – ¡Él ha resucitado! –Nosotros podemos encontrar fortaleza y valor en medio de nuestras luchas, teniendo en mente la promesa de Aquel que destruyó la muerte y reina para siempre, “Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.” (Mateo 28:20) Conmovidos por el poder de la esperanza y la certeza del amor profundo de Dios manifestado en Cristo Jesús, nos mantenemos firmes en limpiar, echar fuera, las consecuencias del pecado – para construir una Cultura de la Vida y una Civilización del Amor.
Que Cristo Resucitado les conceda a ustedes y a sus seres queridos, paz y alegría, durante esta santa Pascua y durante todo el año. Y durantes las Misas de Pascua que yo celebre, las ofreceré por ustedes y sus intenciones.
Padre Boquet.
(Padre Shenan Boquet, Presidente de la Human Life International)