Adolfo J. Castañeda, MA, STL
Director de Educación de VHI
El pasaje que trata este tema se encuentra en Mateo 2:1-18. Lo primero que observamos es la venida de unos magos o sabios de Oriente, estudiosos de las estrellas. (En esa época tan antigua, la astrología y la ciencia de la astronomía no se habían separado todavía. De manera que no podemos acusar a los magos de haber sido supersticiosos y mal intencionados. Más bien debemos regocijarnos y agradecer a Dios, Quien, con Su infinita sabiduría, es capaz de penetrar el error con la luz de la Verdad.) Guiados por una misteriosa estrella, los magos vinieron a adorar al que ellos reconocen como Rey de los judíos (vv. 1-2). Aquí nos encontramos con tres verdades asombrosas, siendo que estos sabios, a quienes la tradición llama “reyes magos”, venían de lejos y ni siguiera pertenecían al pueblo de Israel.