Padre Shenan J. Boquet
Presidente
Human Life International
El estado de la Fe en Europa y la esperanza de la Resurrección
Es casi imposible no encontrar un terrible simbolismo en el incendio que azotó la Catedral de Notre Dame en París durante el primer día de la Semana Santa. Al día siguiente – como señaló el Padre Ross Douthat – los católicos de todo el mundo escucharon el Evangelio en el cual San Lucas relata cómo el velo del Templo de Jerusalén se rasgó por la mitad al morir Jesús en la cruz (Lucas 23:45).
Notre Dame es el corazón simbólico de la Iglesia Católica en Francia. Y Francia – la “hija mayor de la Iglesia” – es en muchos aspectos el corazón simbólico de la fe de Europa. Muchos sintieron un gran dolor al contemplar esta magnífica e histórica catedral presa de las llamas. Muchos también descubrieron en este horrible evento una manifestación física de los “fuegos” destructores que están causando estragos en la Iglesia en Francia, Europa y gran parte del mundo.
Mons. Athanasius Schneider, Obispo Auxiliar de Astana, Kazakstán, gran amigo de HLI, por ejemplo, dijo en un reflexión que el incendio de una parte de Notre Dame es un signo de la “conflagración espiritual” que se ha difundido por la Iglesia. El Obispo señaló la destrucción que ha tenido lugar durante los últimos 50 años de “las más grandes obras maestras de la Iglesia”, incluyendo su doctrina moral y su liturgia [1]. El Cardenal Raymond Burke, otro gran amigo de HLI, tiene la misma convicción. El fuego, dijo, hace que los católicos contemplen “los ataques contra la belleza infinita de la fe a causa de los graves pecados y crímenes de nuestros tiempos”.