Padre Shenan J. Boquet
Presidente
Human Life International
18 de marzo de 2019. El Papa San Juan Pablo II, en su Encíclica “El Evangelio de la Vida”, no. 95, emitió un gran llamado a defender la vida humana: “Es urgente una movilización general de las conciencias y un común esfuerzo ético, para poner en práctica una gran estrategia en favor de la vida.”
El movimiento provida es vasto y tiene muchas facetas, así como redes que se van expandiendo cada vez más, como los centros de ayuda a la mujer (CAMS), las unidades móviles con equipos de ecografía, activistas políticos y abogados, clubes de estudiantes provida, nuevas organizaciones, marchas, manifestantes pacíficos y centros médicos. Todo ello es extraordinario. Contra todos los obstáculos, y a menudo con poco dinero y experiencia, las personas y las organizaciones provida se han puesto en pie y contrarrestado la gigantesca y bien financiada “cultura” de la muerte, que cuenta con el apoyo de poderosos políticos, gente rica y famosa, y muchos medios de difusión.
Sin embargo, dos veces al año, tiene un lugar un evento en todo el mundo que es quizás la evidencia más asombrosa y visible de esta gran campaña por la vida, que crece cada vez más en energía, juventud, sabiduría estratégica, profundidad espiritual y convicción. Estoy hablando de la Campaña de 40 Días por la Vida.
El poder de la oración y el ayuno
Hace pocos días. 40 Días por la Vida lanzó su campaña de Cuaresma. En todo el mundo, sorprendentemente en 377 ciudades, ejércitos de pacíficos guerreros provida se reúnen para orar ante centros abortivos, donde mantienen una vigilia de oración 24 horas al día los 7 días de la semana.
El poder de salvar vidas de simplemente tener una presencia provida frente a un centro de abortos fue demostrado durante la primera horade la campaña en Birmingham, Inglaterra. Según Isabel, una de las participantes en ese lugar, un bebé fue salvado del aborto casi inmediatamente luego de comenzada la campaña. “Le dimos un folleto provida a una dama cuando se acercaba al centro abortivo”, dijo Isabel. “Ella continuó y entró al lugar, pero a los 15 minutos salió diciendo que había cambiado de parecer y que había decidido quedarse con el niño. ¡Alabado sea Dios!” [1].
Imagine por un momento qué hubiera pasado si esas personas provida no hubieran estado frente a ese centro de abortos para dar a esa señora ese folleto. El resultado hubiera sido otro bebé muerto y otra madre lastimada profundamente, sufriendo toda una vida de remordimiento. Si eso no es suficiente para convencerle de buscar su campaña local de 40 Días por la Vida y de pasar una hora en oración frente a un centro abortivo, no sé qué lo logrará.
Desde sus humildes comienzos, hace 15 años, con un grupo de manifestantes pacíficos que oraron frente a un centro de abortos de Planned Parenthood, en Bryan, Texas, la Campaña de 40 Días por la Vida ha crecido hasta convertirse en un movimiento global que une a cientos de miles de manifestantes pacíficos provida. La misión es simple: salvar vidas y ponerle fin al aborto. Cristo lo dijo con toda claridad, hay demonios que no salen si no es con la oración y el ayuno. Reconociendo que el aborto es uno de esos demonios, los fundadores de 40 Días por la Vida sabiamente enfatizaron estas dos poderosas armas espirituales.
El asombroso poder del concepto de 40 Días por la Vida fue validado de manera extraordinaria no solamente por lo que ocurrió en el centro abortivo de Bryan, Texas, el cual después cerró en 2013, sino también por el hecho de que una de sus directoras dejó ese empleo y se convirtió en provida. ¿Su nombre? Abby Johnson.
Desde entonces, Abby se ha convertido en una de las líderes provida más elocuentes del país. Ha fundado una organización cuyo compromiso es ayudar a otros empleados del aborto como era ella ha dejar esos empleos. En solo dos semanas, su increíble historia va a ser proyectada en la gran pantalla en el filme titulado Unplanned (“No planeado”, traducción libre). La película ha sido creada por la misma gente que produjo la película God is Not Dead (“Dios no está muerto”, traducción libre). Apropiadamente, desde entonces, ¡la organización de 40 Días por la Vida ha adquirido el edificio donde operaba el centro abortivo de Planned Parenthood y lo ha convertido en sus oficinas nacionales!
Según 40 Días por la Vida, desde su primera campaña en 2007, más de 800,000 personas han participado en sus vigilias de oración. Desde entonces se han salvado más de 15,000 bebés, 186 empleados del aborto han dejado ese criminal negocio y 99 centros de abortos han cerrado. En realidad, por supuesto, el número de vidas salvadas es probablemente mucho más elevado que el número oficial de 40 Días por la Vida, ya que la cifra apenas dada sólo incluye los bebés salvados de los cuales los voluntarios de esta campaña se han enterado. ¿Quién sabe cuántas mujeres eligieron la vida o nunca llegaron a sus citas de aborto, simplemente porque los activistas provida pusieron fielmente en práctica sus convicciones? ¿O quién sabe cuántos bebés se han salvado gracias a todos esos centros abortivos que han cerrado?
La urgencia de esta campaña cuaresmal
Como ha enfatizado el director de la Campaña de 40 Días por la Vida, Shaw Carney, al anunciar el lanzamiento de la campaña de este año, esta campaña cuaresmal es más urgente que nunca. En EEUU, en particular, hemos sido testigos recientemente de insólitos intentos por parte de varios estados – y, tristemente, parcialmente exitosos – de promover más aún el aborto. El Estado de Nueva York aprobó recientemente un proyecto de ley que permite el aborto hasta el momento mismo del nacimiento, y ciertos políticos Demócratas extremistas en otros estados están intentando hacer lo mismo. También nos hemos enterado de que prominentes políticos han expresado un monstruoso desdén por la suerte de bebés aún después del nacimiento [2].
Sin embargo, Carney nos exhorta a no rendirnos y a no maldecir como respuesta a esta falta de humanidad. En vez de ello, nos pide que “permitamos que esta barbárica mentalidad nos motive a ofrecer esperanza, sanación y alternativas médicas provida a las mujeres donde vivimos. Eso es lo que está poniéndole fin al aborto a nivel local”.
En “El Evangelio de la Vida”, el Papa San Juan Pablo II dijo que para establecer una cultura de vida, es necesario que “todos [tengamos] el valor de asumir un nuevo estilo de vida que se manifieste en poner como fundamento de las decisiones concretas —a nivel personal, familiar, social e internacional— la justa escala de valores: la primacía del ser sobre el tener, de la persona sobre las cosas… Este nuevo estilo de vida implica también pasar de la indiferencia al interés por el otro y del rechazo a su acogida: los demás no son contrincantes de quienes hay que defenderse, sino hermanos y hermanas con quienes se ha de ser solidarios; hay que amarlos por sí mismos; nos enriquecen con su misma presencia” (no. 98).
En otras palabras, no es suficiente con simplemente creer en lo que es correcto en relación con el valor de la vida humana: tenemos que poner en acción esas convicciones, en acciones que exigen sacrificio, que impregnen toda nuestra vida – en otras palabras, se trata de un estilo de vida. Estas palabras del Santo Padre continúan motivando e inspirando nuestra labor en Human Life International (HLI) y en Vida Humana Internacional (VHI), continúan movilizando las conciencias y uniendo los esfuerzos de la gente, incluso de distintas confesiones religiosas, para la lograr la transformación cultural que se necesita. HLI y VHI han reconocido el gran valor que tiene el modelo de la Campaña de 40 Días por la Vida, y hemos apoyado con entusiasmo sus esfuerzos por extenderse globalmente, y también hemos animado a nuestros propios activistas y benefactores a involucrarse en esos esfuerzos.
San Juan Pablo II también nos enseña que el propósito del Evangelio es “transformar desde dentro, renovar la misma humanidad; es como la levadura que fermenta toda la masa (cf. Mt 13, 33) y, como tal, está destinado a impregnar todas las culturas y a animarlas desde dentro, para que expresen la verdad plena sobre el hombre y sobre su vida” (no. 95).
Si usted es una persona provida, pero que se ha dado cuenta de que no está haciendo nada, de manera directa, para lograr que se le ponga fin al aborto en nuestra cultura, o si está sintiendo el llamado a hacer algo más de lo que ya está haciendo, entonces le urjo a que busque la manera de unirse en su localidad a la Campaña de 40 Días por la Vida (https://40daysforlife.com/, en español poner en Google: “campaña 40 días por la vida”). El pasar una hora orando en silencio frente a un centro de abortos puede que no parezca mucho, sin embargo, al hacer visibles sus convicciones provida, usted también está haciendo visibles el amor y la preocupación de Dios y las suyas propias a mujeres confundidas, destrozadas interiormente y desesperadas que están considerando dar el horrible paso de que maten a sus propios hijos por medio del aborto. Su presencia y sus oraciones pueden ser el signo de amor y compasión necesarios para convencer a una mujer a que escoja la vida.
Por medio de su testimonio público, la Campaña de 40 Días por la Vida intenta “tocar con fuerza la conciencia” de nuestra sociedad y lograr que se dé cuenta de la humanidad de los bebés por nacer, cuyo derecho a la vida está siendo pasado por alto y violado. A menudo, los centinelas de la Campaña de 40 Días por la Vida soportan en silencio dificultades, persecuciones y vulgaridades, no por ellos mismos sino por otros. Gracias a este amor de sacrificio innumerables vidas han sido cambiadas y otras han sido salvadas.
La “gran campaña por la vida” que proclamó San Juan Pablo II venera la dignidad, la belleza y el inestimable valor de toda persona humana desde su primer momento de vida en la concepción hasta su muerte natural. Sin excepción, cada miembro de la sociedad, especialmente los discípulos del Señor Jesús, están llamados a participar. Y entre ellos está usted.
Notas:
[1]. https://40daysforlife.com/2019/03/07/day-2-baby-saved-in-first-hour/.
[2]. https://40daysforlife.com/2019/03/05/the-word-you-are-looking-for-is-monster/.