Padre Shenan J. Boquet
Presidente
Human Life International
Los sobrevivientes del aborto que los proaborto dejan morir
Ohden, Culwell y Presley demuestran que los bebés a veces sí sobreviven un aborto. Ellos tuvieron la fortuna de recibir atención médica cuando nacieron, no fueron abandonados para que muriesen luego de haber escapado de los instrumentos del aborto.
Pero muchos otros bebés no tienen la misma suerte.
En 1999, Jill Stanek trabajaba en el Christ Hospital en Oak Lawn, Estado de Illinois, EEUU. Allí se enteró de que sus colegas, enfermeras como ella, habitualmente tomaban a los bebés que sobrevivían abortos tardíos y los dejaban morir lenta y dolorosamente en un sucio cuarto de servicio.
En una entrevista que fue video-grabada, Stanek describe y explica que el hospital practicaba lo que ellos llamaban “aborto por parto inducido”. En otras palabras, los médicos abortistas simplemente inducían un parto temprano a las mujeres que querían abortar. Cuando los bebés nacían – demasiado pequeños para sobrevivir sin atención médica – los trabajadores “de la salud” (si es que se merecen ese título) simplemente los dejaban morir.
“Mi experiencia fue que los bebés sobrevivían por unos pocos minutos, pero a veces hasta ocho horas”, explica Stanek. “Hablemos claro, se trataba de bebés que estaban vivos y que eran abandonados para que muriesen. Y el hospital proporcionaba un certificado de nacimiento y otro de muerte, para cumplir con las leyes del Estado de Illinois”.
Este hospital está en Illinois, donde el ex Presidente Barack Obama fue senador una vez. Cuando ese estado estaba considerando un proyecto de ley para prohibir este tipo de barbarie, Stanek dio su testimonio en apoyo a dicho proyecto. Pero, a pesar de ello, Obama en repetidas ocasiones votó en contra de este tipo de proyecto.
A pesar de la inmensa oposición pública a los abortos tardíos y al infanticidio, tal parece que el inhumano extremismo abortista está muy presente entre los líderes del Partido Demócrata.
Continuará.
Nota: